“Las ascuas de un crepúsculo morado
detrás del negro cipresal humean
en la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo
amor de piedra,
que sueña mudo, en la marmórea taza
reposa el agua muerta”.
Antonio Machado
El poema es de versos endecasílabos y octosílabos, y la
rima asonante. El poema es meramente descriptivo, lo que es una técnica muy
reciente; una novedad, porque normalmente el paisaje no forma un poema sino que
sirve de fondo. Describe un parque urbano (una glorieta) al atardecer con una
fuente dedicada al amor que no funciona. La descripción, aparte de ser una mera
descripción, está también colmada de connotaciones.
· Ascuas: alude al color y a lo que se muere o extingue.
· Crepúsculo: originariamente, se refería al amanecer y atardecer. Sin embargo, en este caso se refiere a la puesta o desaparición del sol, aludiendo a la muerte o final.
· Morado: en España, es el color de la semana santa, lo que se refiere a la pasión y muerte.
· Cipresal: en España se asocian los cipreses al cementerio, ya que aquí se ponen en estos para evitar que las tumbas sean destrozadas por las raíces, creciendo estas hacía abajo.
· Sombra: se refiere a la huida del sol, a la oscuridad.
· Piedra y mudo: aquí se alude a la mudez, a la cadencia.
· Muerta: es una metáfora, ya que se refiere a que el agua no se mueve, pero a la vez se refiere también a la muerte.
El poema es una especie de elegía. Es un poema a la
desesperanza y desilusión por este mundo decadente. El paisaje tiene un valor
simbólico, ya que representa el alma, pero a su vez es un paisaje ensimismado.
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